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Artes & Oficios. El papel

E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
160 Seiten
Spanisch
Parramón Paidotriboerschienen am18.08.20224. Auflage
Esta obra es un compendio de las técnicas y los métodos tradicionales más importantes de elaboración de papel. Tras un capítulo inicial sobre la historia del papel, se abordan los aspectos teóricos relacionados con las características y propiedades del papel, un capítulo esencial para entender los procesos de elaboración. Un estudio de las principales fibras papeleras y un apartado final de ejercicios paso a paso completan este volumen, aportando todos los pormenores necesarios para que el lector pueda tanto iniciarse como profundizar en la práctica de este oficio.

Josep Asunción Pastor es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en la especialidad de pintura. Desde 1983 ha ido combinando su trabajo personal como artista con la docencia. A partir de 1987 trabaja como profesor en la Escola d'Arts i Oficis de la Diputación de Barcelona, donde actualmente enseña a hacer papel de forma artesanal. También ha impartido seminarios, conferencias y numerosos cursos intensivos en diversos lugares; cabe destacar el molino de Sant Quintí de Mediona, Ca l'Oliver, y la prestigiosa escuela de verano Rosa Sensat. Su perfil como artista plástico le llevó a interesarse por la elaboración del papel por la relación que guarda con la pintura como material de soporte, asistiendo a cursos con algunos artesanos de su entorno. A medida que fue avanzando en la experimentación con el papel fue ampliando el contacto con algunos especialistas y artesanos papeleros, especialmente Lluís Morera y Toni Capellades, de Ca l'Oliver; Gail Deery, profesora de papel en la Universidad de Ruttgers (New Jersey), el equipo de profesionales del Museu Molí Paperer de Capellades, que dirige Victoria Raval y José A. García Hortal, uno de los mayores especialistas en fibras papeleras y profesor en la Universitat Politècnica de Catalunya.
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Produkt

KlappentextEsta obra es un compendio de las técnicas y los métodos tradicionales más importantes de elaboración de papel. Tras un capítulo inicial sobre la historia del papel, se abordan los aspectos teóricos relacionados con las características y propiedades del papel, un capítulo esencial para entender los procesos de elaboración. Un estudio de las principales fibras papeleras y un apartado final de ejercicios paso a paso completan este volumen, aportando todos los pormenores necesarios para que el lector pueda tanto iniciarse como profundizar en la práctica de este oficio.

Josep Asunción Pastor es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en la especialidad de pintura. Desde 1983 ha ido combinando su trabajo personal como artista con la docencia. A partir de 1987 trabaja como profesor en la Escola d'Arts i Oficis de la Diputación de Barcelona, donde actualmente enseña a hacer papel de forma artesanal. También ha impartido seminarios, conferencias y numerosos cursos intensivos en diversos lugares; cabe destacar el molino de Sant Quintí de Mediona, Ca l'Oliver, y la prestigiosa escuela de verano Rosa Sensat. Su perfil como artista plástico le llevó a interesarse por la elaboración del papel por la relación que guarda con la pintura como material de soporte, asistiendo a cursos con algunos artesanos de su entorno. A medida que fue avanzando en la experimentación con el papel fue ampliando el contacto con algunos especialistas y artesanos papeleros, especialmente Lluís Morera y Toni Capellades, de Ca l'Oliver; Gail Deery, profesora de papel en la Universidad de Ruttgers (New Jersey), el equipo de profesionales del Museu Molí Paperer de Capellades, que dirige Victoria Raval y José A. García Hortal, uno de los mayores especialistas en fibras papeleras y profesor en la Universitat Politècnica de Catalunya.
Details
Weitere ISBN/GTIN9788434299160
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisDRM Adobe
FormatE101
Erscheinungsjahr2022
Erscheinungsdatum18.08.2022
Auflage4. Auflage
Seiten160 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse66935 Kbytes
Artikel-Nr.9790588
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Inhaltsverzeichnis
INTRODUCCIÓN

HISTORIA DEL PAPEL
Antecedentes
El papiro
El pergamino
El papel precolombino
El invento del papel
La ruta del papel
El papel hoy

CARACTERÍSTICAS Y PROPIEDADES DEL PAPEL
¿Qué es el papel?
La dirección de la fibra
La resistencia del papel
El gramaje
La superficie
El tamaño del papel
Encolados y cargas
Materiales añadidos
El color del papel
Las marcas de agua
Las barbas
Texturas y gofrados

MATERIALES Y HERRAMIENTAS
Descripción de un molino de papel tradicional
Organización de un pequeño taller para hacer papel
Instrumentos para el refino
La prensa
Cómo construir una buena prensa de forma sencilla
La zona de desaguado
Las tinas
Sistemas de secado
Los moldes
Pastas, colas y colorantes
Los sayales
Otros utensilios
Montar un taller de papel con muy pocos medios

ASPECTOS TÉCNICOS
El papel hecho a mano y el papel industrial
Confección de la hoja de papel paso a paso
Defectos más frecuentes
Reciclaje del papel
Confección de papeles decorativos con materiales añadidos
Técnicas básicas de color

LAS FIBRAS
Origen de las fibras
Estructura de la fibra
Propiedades de las fibras celulósicas
Pastas de madera
Fibras no madereras
La pasta de trapo
Estudio comparativo de diversos papeles
Muestras de papeles

PASO A PASO
Papel personalizado con relieves y filigranas
Cartulina de reciclaje
Álbum con papel de palma
Papel con hilos de color
Papel y sobres de pantalones vaqueros reciclados
Postales, tarjetas, puntos de libro y formas decorativas
Papel de gran formato
Proyecto pictórico con imágenes y textos
Cuaderno rústico de papel con textura

GLOSARIO
BIBLIOGRAFÍA Y AGRADECIMIENTOS
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Leseprobe


Historia del papel


Este avance tan importante para la humanidad se debió al encargo de un emperador chino durante el año 105 d.C. Un funcionario suyo, Tsai-Lun, partió de experiencias realizadas con la seda trescientos años antes. Después de ensayar con todo tipo de fibras obtuvo el método más adecuado para la confección de una hoja de fácil fabricación, sobre la cual fue posible expresarse gráficamente. Así nació el primer papel de la historia. Es bien sabido que los progresos técnicos vienen marcados por las necesidades. A medida que éstas se amplían, el hombre debe buscar respuestas tecnológicas. De este modo, el proceso de fabricación del papel fue adaptándose a cada realidad. En cada lugar, su composición, elaboración o tratamiento han variado a lo largo del tiempo. Los cambios más importantes, en este sentido, fueron los que introdujeron los árabes en el siglo VIII al imponer el uso del trapo reciclado como base material para hacer papel; el invento de la imprenta por parte de Gutenberg (1450), que marcó la escalada de la demanda de papel en todo el mundo; el invento de la pila holandesa (c.1670); la máquina continua (1798), inventada por Louis-Nicolas Robert y reformada por los hermanos Fourdrinier; la desfibradora de madera de Keller (1843)... Todos estos inventos posibilitaron la fabricación industrial del papel a gran escala.


Antecedentes

Desde sus orígenes, el hombre ha sentido la necesidad de expresar gráficamente su vida y sus anhelos. Primero en las paredes de las cavernas, más tarde en las placas de mármol o bronce, después en tablillas de arcilla, caparazón de tortuga, hueso, madera o cera. Sin embargo, a medida que iban evolucionando las civilizaciones, se hacía necesario un material que fuese más liviano, de fácil almacenamiento y transporte. Así nacieron, de forma independiente y en tres focos del planeta, tres soportes fibrosos de características muy similares: en el Mediterráneo el papiro, en América el papel precolombino, y en el Extremo Oriente el papel tal y como lo conocemos en nuestros días.

Es muy difícil establecer cuándo termina un sistema y comienza otro, pues muchos se superponen en el decurso de la historia, de acuerdo con el estado evolutivo de cada cultura. De todos los métodos anteriores al papel el más común fue el de las tablillas. Las de madera, tortuga o bambú se usaban en Asia antes del papel, grabando sobre cada material mediante un duro punzón, sin poder corregir la escritura por tratarse de un método irreversible. Las de arcilla y cera eran las más prácticas, por la ductilidad del material y el relativo espacio que ocupaban. Las de arcilla, en su mayoría mesopotámicas, se trabajaban en fresco, dejándose secar. En el British Museum (Londres, Reino Unido) se conservan más de veinte mil tablillas de arcilla procedentes de la biblioteca de Nínive, construida por Asurbanipal.

Tabla romana de hospitalidad de Badalona. c 98. Bronce. Museo de Badalona (España).

Tablilla de arcilla mesopotámica del palacio real de Ebla.

Unas tablillas de cera con stylus.

Las tablas de cera se usaron en las culturas clásicas griega y romana, perpetuándose hasta la Edad Media. Eran unas tablas o cajas de madera o metal con una capa de cera. Los romanos las llamaban tabula o tabella. Sobre ellas se escribía con el stilus, un punzón metálico que en el otro extremo tenía una forma plana o esférica para usar de borrador y efectuar rectificaciones sobre la cera. Cuando un documento reunía más de una tabula se formaba una tabula dipticha, tripticha o polipticha, según el número de tablillas. De las seis tablas del tríptico, la primera y la sexta no tenían cera, pues constituían las tapas.

Otro sistema muy estable y de vital importancia para la historia, aunque excesivamente aparatoso, fue el de las planchas metálicas de bronce o plomo. De los muchos documentos legados por la antigüedad romana destacan los diplomas que se entregaban a los licenciados del ejército, de los cuales proceden las palabras diplomacia y diplomático. Las estelas de piedra o bronce que aún se conservan de muchas culturas, de mayor tamaño y peso, se sitúan conceptualmente más allá del principio de liviandad y transporte propio del papel.

El papiro

Este material de apariencia y respuesta tan parecida al papel, fue usado por la cultura egipcia 3.200 años antes de Cristo. Plinio el Viejo (23-79 d.C.) ya trató de las diferentes clases de papiro que se fabricaban en su tiempo. Su uso se extendió más allá del Islam y hasta el siglo X, en el que la producción de papel comenzó a ser superior a la de éste. Los principales documentos del Imperio romano se escribían sobre papiro y se conservan veintiuna bulas papales entre los años 892 y 1017 escritas también sobre este soporte, lo que nos da una clara indicación de la importancia del papiro hasta la Edad Media. De hecho, el papiro es el que dio nombre al papel.

El papiro es una planta que crece a orillas de algunos ríos africanos, principalmente en el Nilo, y su nombre latino es cyperus papyrus. Las propiedades de esta planta permiten trabajar sus hojas de modo que se puedan formar superficies continuas muy estables y amplias, con características muy parecidas al papel. Para ello se corta su médula en láminas; se disponen de forma paralela y en capas superpuestas en perpendicular, y se golpean para que liberen un jugo que servirá para unirlas y formar una sola hoja.

Normalmente, esas hojas de papiro medían de 30 a 50 centímetros de largo y 30 de ancho. Su presentación era en forma de rollo, llamado también volumen; se enrollaba una larga tira de hojas unidas entre sí sobre un eje de madera o hueso, algo fácil gracias a la flexibilidad del papiro. Algunos rollos tenían de 20 a 40 metros de longitud, aunque la medida habitual era de 4 metros y medio. Este tipo de presentación se mantuvo casi hasta el siglo V. A partir de entonces, y debido al triunfo del pergamino, se impuso el códice y se encuadernó en forma de páginas; el número de páginas era, por lo regular, de 20.

Observando a contraluz una hoja de papiro podemos ver claramente la estructura reticular que forman las láminas de la planta.

La planta del papiro, Cyperus papyrus. Puede llegar a alcanzar hasta 6 metros de altura. La palabra papel procede del nombre griego de esta planta: papyros. La expansión del papel provocó un abandono del cultivo de esta planta hasta el punto de su eventual desaparición. Su resurgir se debe a las investigaciones del Dr. Hassan Ragab, que en 1962 inició la recuperación de este producto.

La superficie del papiro se pulía con marfil o piedras de ágata. Para escribir sobre él se usaba el calamus, una caña tallada en forma de pluma estilográfica, válida también para pergamino. La pluma de ave fue introducida más tarde por la cristiandad, en tiempos de la reconquista española. Para borrar se usaba la spongia deletis.

Fragmento de un libro de los muertos egipcio sobre papiro. Los papiros más antiguos descubiertos tienen unos 5.000 años de antigüedad.

El pergamino

Hartmann Schopper, El oficio del pergaminero, 1568. Grabado.

La Jerusalén celeste. Beato de la biblioteca Nacional. c 1074. Madrid (España). Esta maravillosa ilustración sobre pergamino pertenece al segundo beato de la Biblioteca Nacional, llamado también de Facundo, por su iluminador y de Fernando I y doña Sancha, reyes de Castilla.

El pergamino encuentra sus orígenes entre los pueblos nómadas de Asia Menor. Hay constancia del mismo en la ciudad de Pérgamo durante el período que va del 258 al 197 a.C., siendo rey Eumedes II. Su uso se extendió rápidamente -la biblioteca de esta ciudad llegó a contar con más de doscientos mil volúmenes-. Los reyes persas y griegos empleaban pergamino para escribir las leyes y las respuestas de los oráculos. Resulta interesante saber, siquiera como curiosidad, que Cicerón afirmaba haber visto La Ilíada, de Homero, escrita en un pergamino que se guardaba en la cáscara de una nuez.

El pergamino se obtiene de la piel de cabras, ovejas y terneros, principalmente; aunque también los hay de otros animales. Una variedad del pergamino era la vitela, de la que se apreciaba la más fina y ligera -procedente de animales recién nacidos, e incluso de aún no nacidos-. Su preparación consistía en extraerle la piel al animal junto con los residuos de grasa y carne mediante un raspador, bañarla posteriormente con agua y cal, secarla al aire, frotarla con yeso y, por...
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Autor

Josep Asunción Pastor es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en la especialidad de pintura. Desde 1983 ha ido combinando su trabajo personal como artista con la docencia. A partir de 1987 trabaja como profesor en la Escola d'Arts i Oficis de la Diputación de Barcelona, donde actualmente enseña a hacer papel de forma artesanal. También ha impartido seminarios, conferencias y numerosos cursos intensivos en diversos lugares; cabe destacar el molino de Sant Quintí de Mediona, Ca l'Oliver, y la prestigiosa escuela de verano Rosa Sensat.Su perfil como artista plástico le llevó a interesarse por la elaboración del papel por la relación que guarda con la pintura como material de soporte, asistiendo a cursos con algunos artesanos de su entorno. A medida que fue avanzando en la experimentación con el papel fue ampliando el contacto con algunos especialistas y artesanos papeleros, especialmente Lluís Morera y Toni Capellades, de Ca l'Oliver; Gail Deery, profesora de papel en la Universidad de Ruttgers (New Jersey), el equipo de profesionales del Museu Molí Paperer de Capellades, que dirige Victoria Raval y José A. García Hortal, uno de los mayores especialistas en fibras papeleras y profesor en la Universitat Politècnica de Catalunya.
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