Hugendubel.info - Die B2B Online-Buchhandlung 

Merkliste
Die Merkliste ist leer.
Bitte warten - die Druckansicht der Seite wird vorbereitet.
Der Druckdialog öffnet sich, sobald die Seite vollständig geladen wurde.
Sollte die Druckvorschau unvollständig sein, bitte schliessen und "Erneut drucken" wählen.

Una pareja imperfecta

E-BookEPUBePub WasserzeichenE-Book
430 Seiten
Spanisch
ediciones Pàmieserschienen am25.03.2024
¿Estoy enamorada de J. P. Cane? ¡Ja! Eso es lo que él se cree... Habla demasiado alto, es guapo por castigo y además, desde que vio Cuando Harry encontró a Sally, está convencido de que los hombres y las mujeres no pueden ser solo amigos. Así que cuando tenemos que viajar a San Francisco por trabajo y alojarnos en el mismo ático, me alegra poder demostrarle lo contrario. Sin embargo, con sus continuos coqueteos, su aspecto siempre impecable y su habilidad a la hora de tocar todas mis teclas eróticas, pronto empiezo a tener problemas para dormir por las noches. Pero soy perfectamente capaz de controlarme a mí misma. Porque si hay algo de lo que estoy segura es de que los hombres y las mujeres PUEDEN ser solo amigos, y que J. P. y yo estuviéramos juntos sería una MUY mala idea... ¿O no?

Rubia de corazón. Autora superventas del USA Today, esposa, madre adoptiva y amante de la mantequilla de cacahuete. Escritora de comedia romántica y de romance contemporáneo, Meghan Quinn da a sus lectoras la combinación perfecta de amor, humor y calor en cada uno de sus libros. Una pareja imperfecta es el segundo título de la autora en Phoebe después del gran éxito conseguido con Un mal comienzo (Phoebe, 2022).
mehr
Verfügbare Formate
BuchKartoniert, Paperback
EUR25,78
E-BookEPUBePub WasserzeichenE-Book
EUR5,99

Produkt

Klappentext¿Estoy enamorada de J. P. Cane? ¡Ja! Eso es lo que él se cree... Habla demasiado alto, es guapo por castigo y además, desde que vio Cuando Harry encontró a Sally, está convencido de que los hombres y las mujeres no pueden ser solo amigos. Así que cuando tenemos que viajar a San Francisco por trabajo y alojarnos en el mismo ático, me alegra poder demostrarle lo contrario. Sin embargo, con sus continuos coqueteos, su aspecto siempre impecable y su habilidad a la hora de tocar todas mis teclas eróticas, pronto empiezo a tener problemas para dormir por las noches. Pero soy perfectamente capaz de controlarme a mí misma. Porque si hay algo de lo que estoy segura es de que los hombres y las mujeres PUEDEN ser solo amigos, y que J. P. y yo estuviéramos juntos sería una MUY mala idea... ¿O no?

Rubia de corazón. Autora superventas del USA Today, esposa, madre adoptiva y amante de la mantequilla de cacahuete. Escritora de comedia romántica y de romance contemporáneo, Meghan Quinn da a sus lectoras la combinación perfecta de amor, humor y calor en cada uno de sus libros. Una pareja imperfecta es el segundo título de la autora en Phoebe después del gran éxito conseguido con Un mal comienzo (Phoebe, 2022).
Details
Weitere ISBN/GTIN9788410070110
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisePub Wasserzeichen
FormatE101
Erscheinungsjahr2024
Erscheinungsdatum25.03.2024
Seiten430 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse2829 Kbytes
Artikel-Nr.14224260
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Leseprobe





Prólogo

Kelsey

-Kelsey, de todos es sabido que los hombres y las mujeres no pueden ser compañeros de trabajo y amigos al mismo tiempo.

J. P. Cane se apoya en el borde de la mesa de la sala de conferencias y cruza los brazos tatuados por debajo de su asquerosamente fornido pecho. Lleva las mangas de la camisa enrolladas hasta los codos y luce una sonrisita de suficiencia que me resulta más irritante que encantadora.

-¿De qué demonios estás hablando? -pregunto, mientras me siento y me encorvo sobre una montaña de diseños.

Sin separarse de la mesa, baja las manos como si tal cosa y se aferra al borde antes de hablar.

-La otra noche, cuando estábamos cenando con Huxley y Lottie, dijiste que podíamos ser amigos.

Lottie es mi hermana mayor -me lleva doce meses- y mi mejor amiga. Está comprometida con el incomparable Huxley Cane, nuestro jefe y el hermano de la pesadilla de mi vida, que está delante de mí.

La manera en que nos conocimos todos fue un golpe fascinante de suerte. La explicación breve y simple es que Lottie estaba buscando un marido rico para guardar las apariencias frente a una archienemiga. Se toparon el uno con el otro en la calle. Llegaron a un acuerdo para ayudarse mutuamente, firmaron un contrato y ella se mudó a su mansión. Todo muy a lo Pretty Woman, sin lo de ser prostituta. Aunque... a Lottie le costó bastante esquivar las sugerencias de macho alfa de Huxley.

Sin embargo, mientras hacía el papel de prometida complaciente y locamente enamorada, me ayudaba con mi empresa, Sustainably Organized. Así es como nos contrató Cane Enterprises y como terminé trabajando codo con codo con J. P., porque fue a él a quien asignaron para mis proyectos.

Como ya he dicho, todo muy a lo loco. Todavía no me puedo creer que sucedieran así las cosas.

-¿Tienes algo que decir al respecto? -pregunta J. P., sacándome de mis pensamientos.

Viendo que esta reunión no nos va a llevar a ninguna parte, tiro el bolígrafo sobre la mesa y cuadro los hombros.

-En primer lugar, no estábamos cenando juntos con Huxley y Lottie. No era una cita doble...

-Madre mía, ya lo sé -afirma, exasperado-. Lo has dejado muy claro tres veces y media. -Levantó los dedos para dar los ejemplos-. Cuando llamamos al timbre, porque resulta que llegamos al mismo tiempo. Cuando estábamos en la cocina y fuimos a coger la misma botella de champán. Fuera, junto a la piscina, cuando nos dejaron solos a la mesa. Y en el salón, te quedaste a medio contarme que no estábamos en una cita doble cuando Lottie te interrumpió para enseñarte el nuevo «juguete» que había comprado. -Sonríe y me enseña esos malditos dientes blancos y rectos que tiene-. Sigo esperando saber los detalles de ese juguete.

-Y en segundo lugar... -continúo. No pienso contarle nada del... aparato que Huxley le compró a Lottie. Ni de coña. Solo de pensarlo me sonrojo-. ¿Por qué demonios no podemos ser amigos?

-¿Es que no es evidente?

Recorro la sala con la mirada tratando de comprobar si me he perdido algo, pero no veo absolutamente nada, así que vuelvo a mirarlo a él.

-No. No, no es evidente.

Él menea la cabeza y rodea la mesa de reuniones para sentarse sobre ella, justo a mi lado.

-Porque, Kelsey, entre nosotros existe una atracción palpable.

Yo resoplo tan alto que cae saliva sobre los planos que tengo delante. Limpio tan tranquila las gotas con la mano. ¿Atracción?

A ver..., claro, J. P. es un hombre muy guapo. Un guapo evidente, si te van las mandíbulas fuertes coronadas por una barba espesa y oscura. Tiene un pelo sexy y alborotado que se ondula un poco en la parte superior y que lleva rasurado a los lados, y solo enseña los tatuajes que suele esconder cuando se encuentra cómodo con la compañía. Sí, es guapo y sexy. Puede que lo haya dicho ya un par de veces.

Pero los seres humanos son mucho más que un físico atractivo, al menos en mi opinión. Para que yo encuentre a alguien atractivo, debe tener buen corazón y una personalidad interesante, y debe saber hacerme reír.

No estoy segura de que J. P. tenga corazón, y su personalidad es la de un adolescente falto de atención y con la habilidad de no tomarse nada en serio. Puede que sea capaz de hacer algún que otro comentario gracioso aquí y allá, pero su capacidad general para provocarme, cabrearme e irritarme supera lo demás con creces.

Debe de tener uno de los despachos más desordenados que he visto nunca y, entre nosotros, eso es todo un jarro de agua fría para una persona tan detallista como yo. ¿Quién puede sentir atracción sexual por alguien que tiene el escritorio lleno de montones de papeles, tazas de café y bolígrafos con capuchas desparejadas?

Entonces, ¿que si me siento atraída hacia J. P.? La respuesta es un rotundo «No».

-¿De verdad crees que existe atracción entre nosotros? -pregunto.

-Nena, puedo oler la química sexual, y como es tan palpable, tan espesa, tan... almizclada...

-Puaj, no es almizclada.

Pero ¿qué digo? No es nada. Es que no hay química, y punto.

No hay nada palpable, y ningún espesor en absoluto... Nada de nada.

Y tampoco almizcle. ¿A quién se le ocurre describir la atracción como «almizclada»?

Sin embargo, él me ignora y continúa su disparatada diatriba.

-Es imposible que seamos compañeros de trabajo y amigos, porque la atracción que existe entre los dos siempre hará que pensemos en sexo.

Esta vez contengo el resoplido y alargo el silencio durante unos momentos antes de acortar la distancia entre los dos hasta quedarme a tan solo unos centímetros de su cara. A pesar de sacarme una cabeza, aún puedo mirarlo a los ojos cuando hablo con él.

-¿Tienes fiebre? ¿Es eso lo que te pasa? ¿Has pillado algo y por eso estás actuando así?

-Soy la viva imagen de la salud. Deberías saberlo. Me das bastantes repasos.

-No es verdad.

No lo hago.

Tengo que dejarlo bien claro: de verdad que no lo hago.

Él suelta unas carcajadas, un sonido tan irritante que me hace rechinar los dientes.

-¿Por qué crees que tengo las mangas enrolladas ahora mismo?

Miro sus antebrazos tatuados. Vale, bueno, esos sí que son sexys, probablemente lo mejor que tiene. Pero ya está, solo los antebrazos. Señoras y señores, no se puede culpar a nadie por tener fantasías sexuales con unos brazos, ¿no?

Él se acerca más.

-Porque sé cuánto te ponen.

Le pongo la mano en la cara para parar lo que sea que esté tratando de hacer.

-¿De verdad entiendes el gran error que estás cometiendo? Soy tu empleada.

-Técnicamente, eres la empleada de Huxley, yo solo soy quien supervisa las cosas.

-¿Ese es el término profesional?

Me lanza su sonrisa irritante.

-Lo es.

Se humedece los labios, pero yo no aparto la mirada de la suya. De ninguna manera pienso darle la satisfacción de mirarle la boca.

-No estoy seguro de por qué te estás poniendo tan nerviosa y colorada.

-No estoy nerviosa. -Dejo caer los brazos a mis costados.

-Estoy intentando ser una persona buena y honrada para tratar de hacerte entender por qué no podemos ser amigos. Deberías halagarme, y no desalentarme con esa mirada de desdén. -Antes de darme tiempo a responder, vuelve a acercarse con esa educación de buena persona de la que tanto alardea-. Un hombre y una mujer que se atraen y que trabajan juntos nunca podrán ser amigos. Siempre habrá un gran tercero en discordia, y ese tercero se llama «sexo». Son matemáticas humanas básicas, Kelsey. Todos necesitamos alcanzar el clímax, y cuando encontramos a alguien atractivo, queremos que esa persona nos ayude a conseguirlo.

¿Está oyendo alguien lo que dice?

Dios, no podría denigrar todavía más el acto de hacer el amor. ¿Que si me infla el ego que J. P. crea que soy atractiva? Pues sí. ¿Pero dónde se ha quedado el romance hoy en día?

¿Dónde queda el coqueteo?

¿Dónde está la espontaneidad?

Hasta Lottie y Huxley admitirían que no hubo nada de romanticismo al inicio de su relación. En los tiempos que estamos, todo es muy frío.

Como la romántica empedernida que soy y que adora todo lo relacionado con el amor, no puedo evitar preguntarme si ahí fuera hay un hombre que cumpla con todas las condiciones del perfecto héroe de comedia romántica.

Nooo, ahora a lo que nos enfrentamos es a los perfiles falsos de internet, seguidos de una foto que no has pedido de un pene y finalmente de un ghosting total. Estoy harta de eso.

Pongo los brazos en jarras y me dirijo hacia él.

-¿Qué demonios te ha pasado para que seas así? Te he preguntado qué pensabas sobre los archivadores de bambú y hemos terminado en esta discusión sobre por qué no podemos ser amigos. No veo qué tiene que ver todo esto con mi pregunta.

-Sí que tiene que ver -contesta, deslizándose hacia abajo, hasta que su zapato me toca los tacones-, porque cuando tus ojos hambrientos me estén devorando desde el otro lado de la mesa de reuniones, aunque tu actitud me quiera relegar a la zona de amigos, pienso llamarte la atención al respecto. Dijiste que quieres que seamos amigos, pero eso no va a suceder.

Está delirando, eso es lo que le pasa. Y alguien...

mehr

Autor

Rubia de corazón.
Autora superventas del USA Today, esposa, madre adoptiva y amante de la mantequilla de cacahuete. Escritora de comedia romántica y de romance contemporáneo, Meghan Quinn da a sus lectoras la combinación perfecta de amor, humor y calor en cada uno de sus libros.
Una pareja imperfecta es el segundo título de la autora en Phoebe después del gran éxito conseguido con Un mal comienzo (Phoebe, 2022).

Bei diesen Artikeln hat der Autor auch mitgewirkt