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La guerra de Troya

E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
384 Seiten
Spanisch
EDHASAerschienen am15.07.2022
EDICIÓN REVISADA Punto de partida de la Ilíada de Homero; la guerra de Troya es; sin duda; uno de los conflictos bélicos más importantes y reconocidos de la Historia; una de las piedras angulares de la cultura occidental. Allí se enfrentaron una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya (Ilión). Y; según el mito clásico; se trató de una expedición de castigo de los aqueos; cuyo casus belli sería el rapto de la bella Helena de Esparta por el príncipe troyano Paris... Estos hechos; bien conocidos por el imaginario popular hasta hoy día; era considerado como cierto por los antiguos griegos. Sin embargo; si bien Homero partió de acontecimientos reales; periódicamente resurge la polémica; porque ¿cuánto hay de cierto en el relato del aedo?; y ¿de dónde surge la idea de un caballo invasor o la del famoso talón de Aquiles? En definitiva; ¿qué hay de Historia y cuánto de leyenda en la mítica guerra de Troya? Su profundo conocimiento de la cultura grecolatina y de la Edad de Bronce en todo el Mediterráneo occidental permiten a Barry Strauss situar la Ilíada en su contexto y; de paso; desplegar sus deslumbrante y minuciosa prosa sobre el entorno político; militar y social de una de las batallas más legendarias de todos los tiempos. Y lo hace con su habitual pericia narrativa e inusual capacidad de hacer revivir al lector el episodio histórico como si acaeciera ante sus ojos. Estamos ante una obra maestra sobre uno de los temas principales de la historia de la Antigüedad clásica; imprescindible para cualquier aficionado a la Historia; escrita por uno de los grandes especialistas mundiales del período.

BARRY STRAUSS Barry Strauss se graduó y doctoró en Historia en la Universidad de Cornwell, donde actualmente es profesor de Historia y Cultura clásica. Reconocido experto en historia militar clásica, sus obras más coocidas y traducidas son La batalla de Salamina, seleccionada por el Washington Post como una de las mejores obras literarias del 2004, y La guerra de Troya, La guerra de Espartaco y Diez Césares, todas ellas publicadas en la colección de ensayo de Edhasa.
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Verfügbare Formate
TaschenbuchKartoniert, Paperback
EUR30,04
E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
EUR10,99

Produkt

KlappentextEDICIÓN REVISADA Punto de partida de la Ilíada de Homero; la guerra de Troya es; sin duda; uno de los conflictos bélicos más importantes y reconocidos de la Historia; una de las piedras angulares de la cultura occidental. Allí se enfrentaron una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya (Ilión). Y; según el mito clásico; se trató de una expedición de castigo de los aqueos; cuyo casus belli sería el rapto de la bella Helena de Esparta por el príncipe troyano Paris... Estos hechos; bien conocidos por el imaginario popular hasta hoy día; era considerado como cierto por los antiguos griegos. Sin embargo; si bien Homero partió de acontecimientos reales; periódicamente resurge la polémica; porque ¿cuánto hay de cierto en el relato del aedo?; y ¿de dónde surge la idea de un caballo invasor o la del famoso talón de Aquiles? En definitiva; ¿qué hay de Historia y cuánto de leyenda en la mítica guerra de Troya? Su profundo conocimiento de la cultura grecolatina y de la Edad de Bronce en todo el Mediterráneo occidental permiten a Barry Strauss situar la Ilíada en su contexto y; de paso; desplegar sus deslumbrante y minuciosa prosa sobre el entorno político; militar y social de una de las batallas más legendarias de todos los tiempos. Y lo hace con su habitual pericia narrativa e inusual capacidad de hacer revivir al lector el episodio histórico como si acaeciera ante sus ojos. Estamos ante una obra maestra sobre uno de los temas principales de la historia de la Antigüedad clásica; imprescindible para cualquier aficionado a la Historia; escrita por uno de los grandes especialistas mundiales del período.

BARRY STRAUSS Barry Strauss se graduó y doctoró en Historia en la Universidad de Cornwell, donde actualmente es profesor de Historia y Cultura clásica. Reconocido experto en historia militar clásica, sus obras más coocidas y traducidas son La batalla de Salamina, seleccionada por el Washington Post como una de las mejores obras literarias del 2004, y La guerra de Troya, La guerra de Espartaco y Diez Césares, todas ellas publicadas en la colección de ensayo de Edhasa.
Details
Weitere ISBN/GTIN9788435045650
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisDRM Adobe
FormatE101
Verlag
Erscheinungsjahr2022
Erscheinungsdatum15.07.2022
Seiten384 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse2536 Kbytes
Artikel-Nr.9701488
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Leseprobe


Nota acerca de la arqueología

y la historia antigua

La historia de la Grecia Antigua comienza, tradicionalmente, en el año 776 a. C., cuando se supone que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos. Se da la coincidencia de que los primeros ejemplos de alfabeto griego se documentan alrededor del año 750, de modo que la tradición y los eruditos acordaron designar como prehistóricos los acontecimientos sucedidos en Grecia antes del comienzo del siglo VIII a. C. No obstante, gracias sobre todo a la arqueología, sabemos bastantes cosas acerca de la historia de los griegos «prehistóricos». Además, parte de nuestro conocimiento procede de fuentes escritas, pues, siglos antes de la invención del alfabeto griego, los escribas utilizaban un sistema de escritura primitivo para hacer sus registros. Este sistema se conoce como Lineal B, y se utilizó entre los años 1450 y 1180 a. C., aproximadamente, para después caer en desuso. También han sobrevivido otros muchos documentos algo más sofisticados procedentes de otras también llamadas culturas prehistóricas, y algunos nos ofrecen información histórica importante acerca de la Grecia de esos siglos.

Sin embargo, todo ello se tratará más adelante. En primer lugar, hagamos una inspección rápida del período histórico relativo a la Grecia Antigua. Las ciudades-estado griegas alcanzaron su apogeo entre los años 750 y 323 a. C., aproximadamente. El período comprendido entre los años 750 y 480 se conoce como Época Arcaica, mientras que la etapa que cubre los años 480 y 323 recibe el nombre de Período Clásico. Al final de este período, el rey Alejandro III de Macedonia, más conocido en la actualidad como Alejandro Magno, conquistó Grecia, así como todo el Imperio persa que se extendía hacia Oriente. Las conquistas de Alejandro Magno dieron comienzo a una nueva época de reinos greco-macedonios conocida como Período Helenístico (323-330 a. C.), y ésta dio paso al Imperio romano, que duró hasta el año 476 d. C., cuando se dividió entre los reinos bárbaros de Occidente y el Imperio bizantino de Oriente.

Casi todos los testimonios escritos de la Antigüedad acerca de la guerra de Troya se encuentran dentro de un período de mil doscientos años; desde el comienzo de la Época Arcaica hasta la caída del Imperio romano. No obstante, con el fin de comprender qué sucedió en realidad, debemos llevar la vista atrás. Los cuatro siglos anteriores al comienzo de la Época Arcaica se conocen como Edad Oscura (1150-750 a. C.). «Oscura» se refiere a la ausencia de escritura, aunque las pruebas físicas desenterradas por los arqueólogos proyectan algo de luz sobre la época.

Otro término importante es el de Edad de Hierro, el utilizado para designar al milenio comprendido entre los años 1000 a. C. y 1 d. C. En esta época, las nuevas tecnologías hicieron del hierro el metal más duradero para armas y herramientas. Los dos milenios anteriores, desde el año 3000 hasta el año 1000 a. C., son conocidos como Edad de Bronce, pues era el metal más abundante en las armas y herramientas de esa época; se conocía el hierro, pero era escaso. La Edad de Bronce es el marco de esta obra.

En Grecia, este período suele dividirse en tres: Alto (3000-2100 a. C.), Pleno (2100-1600) y Bajo (1600-1150). Naturalmente, es muy difícil precisar fechas para sucesos acaecidos hace tanto tiempo. La mayoría de las dataciones son relativas y aproximadas, más que absolutas; es decir, podemos afirmar que A es más viejo que B, e incluso que A procede del período, digamos, comprendido entre los años 1600 y 1500 a. C., pero en escasas ocasiones podremos ser más específicos.

A veces encontramos ayuda en los documentos escritos que se han conservado, como listas de reyes egipcios y su reinado (aunque incluso así no podemos estar seguros de las fechas). De vez en cuando, recibimos noticia de un eclipse, fenómeno que puede ser fechado por los astrónomos. Y en contadas situaciones es posible encontrar restos como conchas, huesos o fósiles que pueden datarse mediante pruebas de laboratorio como la del carbono 14, el análisis por activación neutrónica o la dendrocronología (se cuentan los anillos del árbol teniendo en cuenta la fisiología del mismo, así como el índice de pluviosidad y otros factores ambientales). Mediante la última técnica, por ejemplo, la tremenda explosión volcánica que destruyó la mayor parte de la isla de Tera ha sido fechada entre los años 1627 y 1600 a. C.

Pero estos casos son insuficientes y a menudo demasiado distantes entre sí, y se ven condicionados, además, por la calidad de la muestra y los altos costes de las pruebas. La dendrocronología requiere una directriz de árboles antiguos, y también árboles vivos y autóctonos con patrones de anillos idénticos al del modelo en cuestión. Por otra aparte, una prueba con carbono 14 puede delimitar la fecha de datación en un siglo, pero no en un año.

De modo que la datación de la mayor parte del material desenterrado ha de ser hecha mediante sistemas menos fiables. Por fortuna para los historiadores, los restos de las civilizaciones pasadas tienden a estar depositados en capas. Por ejemplo, si se construye una casa en el año 1700 d. C. y después es derribada y reemplazada por otra en el año 1800, los restos de la casa vieja se encontrarán bajo los de la casa nueva. Cualquier trozo de cristal, madera, ladrillo, artesanía u otro material encontrado junto a los cimientos de la casa vieja pueden ser fechados en el período comprendido entre 1700 y 1800. Si pudiésemos tomar una «rebanada» de historia en el suelo de una tierra antigua como Grecia, encontraríamos capas de historia apiladas unas sobre otras. El término técnico de una de esas capas es «estrato», y el estudio de ellos se llama estratigrafía. Es ésta una de las herramientas más importantes del equipo de datación de un arqueólogo.

La ciudad de Troya, por ejemplo, consiste en decenas de niveles diferenciados pertenecientes a la Edad de Bronce. Cada uno corresponde a la ciudad durante una época concreta. Troya I, pongamos por caso, es la ciudad tal como era entre los años 3000 y 2600 a. C., mientras que Troya VIi (antes cono­cida como Troya VIIa) es la ciudad entre los años 1300 y 1180 a. C. La división entre dos estratos unas veces es nimia y otras está claramente diferenciada. Por ejemplo, existe poca diferencia, relativamente hablando, entre Troya VIh (1470-1300 a. C.) y Troya VIi, pero la siguiente, Troya VIj (1180-1130 a. C. y antes conocida como Troya VIIb1), era muy diferente de Troya VIi.

El material más común encontrado en los estratos de una civilización antigua es la alfarería. Los expertos, siguiendo minuciosamente los cambios en formas y estilos de cerámica, y llevando una atenta relación del estrato concreto en que se encontró la esquirla, pueden datar estratos cronológicos, a menudo con mucha precisión, hasta llegar incluso a concretar una generación.

Los eruditos han establecido un sistema de datación relativa para la Edad de Bronce en Grecia mediante una combinación de, sobre todo, estratigrafía y análisis de cerámica. Anclados por un puñado de datos absolutos, los períodos conocidos como Heládico Temprano, Medio o Tardío son los pilares de datación de la prehistoria griega. Éstos, a su vez, se subdividen en períodos tales como Heládico Medio III o Heládico Tardío IIB1.

La datación de la alfarería es en ocasiones específica de una zona concreta, y estos períodos se aplican principalmente a la Grecia continental y las islas. En Anatolia, donde se ubicaba la ciudad de Troya, la datación de la alfarería se basa en la producción local, consistente en buena parte en imitaciones de la popular y muy comercializada cerámica griega. De modo que la datación de la cerámica troyana difiere de la griega.

La arqueología consiste en gran medida en excavar el terreno; pero ese terreno también puede encontrarse bajo el mar. La arqueología submarina en el Mediterráneo ha estallado con descubrimientos trascendentales durante las últimas décadas. Respecto a los antecedentes de la guerra de Troya, se han encontrado tres pecios de la Edad de Bronce sobresalientes por su importancia, dos en la costa de Turquía y uno en la de Grecia. El pecio de Ulu Burun (Turquía) corresponde a un barco de 1300 a. C.; el del cabo Gelidonya (Turquía) y el de Punta Iria (Grecia) datan de 1200 a. C.; y todos ofrecen pruebas fascinantes.

Con tantos factores involucrados, la datación de sucesos acaecidos en la Edad de Bronce es complicada y a menudo controvertida, por lo que debemos considerarla sólo como una guía aproximada.

Entre los años 2000 y 1490 a. C. floreció una civilización en la isla de Creta. Esta civilización, organizada alrededor de varios palacios importantes, es conocida como minoica. Los minoicos eran grandes marinos, granjeros y comerciantes. Aunque su origen étnico no está claro, sí sabemos que no eran griegos.

Los primeros grecohablantes llegaron a Grecia hacia el año 2000 a. C. procedentes de distintas partes de Oriente. Eran pueblos guerreros que arrebataron la península griega a sus habitantes autóctonos. La civilización de los recién llegados dominó Grecia durante la Baja Edad de Bronce (1600-1150 a. C.) por medio de una serie de reinos entre los cuales los más importantes eran Micenas, Tebas, Tirinto y Pilos. La llamamos civilización micénica. El Lineal B (un sistema de escritura de ideogramas silábicos) muestra que su idioma era el griego, y que adoraban a los mismos dioses que sus descendientes de las épocas Arcaica y Clásica. En resumen, eran griegos. Las pruebas indican que los micénicos se llamaban a sí mismos aqueos o danaos, dos...
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Autor

BARRY STRAUSS
Barry Strauss se graduó y doctoró en Historia en la Universidad de Cornwell, donde actualmente es profesor de Historia y Cultura clásica. Reconocido experto en historia militar clásica, sus obras más coocidas y traducidas son La batalla de Salamina, seleccionada por el Washington Post como una de las mejores obras literarias del 2004, y La guerra de Troya, La guerra de Espartaco y Diez Césares, todas ellas publicadas en la colección de ensayo de Edhasa.

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