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Breve historia del Ejército Otomano

E-BookEPUBePub WasserzeichenE-Book
376 Seiten
Spanisch
Nowtiluserschienen am01.04.2023
Conozca la historia de un ejército clave para que el pueblo otomano lograra mantener uno de los imperios más grandes e importantes en Asia y Europa. Desde sus primeras unidades de arqueros montados, su evolución a las unidades corsarias y su modernización en el s. xix, hasta la actualidad como miembro de pleno derecho de la OTAN

Vicente Moreno Sanz es graduado en Geografía e Historia por la UNED (2020) y Especialista en Historia militar (Título propio de la Universidad Complutense de Madrid). Actualmente cursa el Máster de Profesor de Secundaria (UCM). Gran apasionado de la historia, es licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense, y realizó el máster en Monitorización de ensayos clínicos por la Universidad Autónoma de Madrid, sector en el que ha desarrollado gran parte de su trayectoria. Es máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Internacional de Valencia en colaboración con Atresmedia. Ha publicado con Ediciones Nowtilus, aparte de éste, el título Breve historia de las Órdenes Militares: Caballeros de Santiago, Breve historia del Ejérctio nazi y Breve historia del Ejército rojo. En la actualidad está inmerso en nuevos proyectos editoriales
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KlappentextConozca la historia de un ejército clave para que el pueblo otomano lograra mantener uno de los imperios más grandes e importantes en Asia y Europa. Desde sus primeras unidades de arqueros montados, su evolución a las unidades corsarias y su modernización en el s. xix, hasta la actualidad como miembro de pleno derecho de la OTAN

Vicente Moreno Sanz es graduado en Geografía e Historia por la UNED (2020) y Especialista en Historia militar (Título propio de la Universidad Complutense de Madrid). Actualmente cursa el Máster de Profesor de Secundaria (UCM). Gran apasionado de la historia, es licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense, y realizó el máster en Monitorización de ensayos clínicos por la Universidad Autónoma de Madrid, sector en el que ha desarrollado gran parte de su trayectoria. Es máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Internacional de Valencia en colaboración con Atresmedia. Ha publicado con Ediciones Nowtilus, aparte de éste, el título Breve historia de las Órdenes Militares: Caballeros de Santiago, Breve historia del Ejérctio nazi y Breve historia del Ejército rojo. En la actualidad está inmerso en nuevos proyectos editoriales
Details
Weitere ISBN/GTIN9788413053318
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisePub Wasserzeichen
FormatE101
Verlag
Erscheinungsjahr2023
Erscheinungsdatum01.04.2023
Seiten376 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse3725 Kbytes
Artikel-Nr.11867001
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Leseprobe


1
De turcomanos a otomanos (1000-1300)

Poco, o más bien nada, diferían los turcomanos del resto de pueblos con los que convivían en las estepas euroasiáticas, salvo su lengua (turco en lugar de mongol o iranio) y su número.

Se agrupaban en tribus, sin los órganos formales de un gobierno propiamente dicho y las leyes propias de las sociedades más avanzadas. Siendo su principal sustento la ganadería y el servir como mercenarios, pagados con el botín que pudieran tomar del enemigo o, en tiempos de «paz», de sus vecinos más débiles.

El liderazgo de cada tribu estaba en manos de un han o khan, cuya autoridad real se limitaba a la búsqueda de nuevos terrenos y pastos para el ganado y a dirigir las actividades militares en tiempos de guerra, sin extenderse inicialmente ni a las relaciones entre los propios individuos de las tribus, que se agrupaban por clanes familiares, cada uno con su respectivo líder o cabeza de familia ni, mucho menos entre las propias tribus, cuya única vinculación real y característica distintiva era precisamente su estilo de vida y la lengua túrquica común.

En este primer periodo, seguían las creencias chamánicas, dando culto a los elementos de la naturaleza (viento, lluvia, fuego, agua) a través de una serie de tótems y espíritus poderosos, para ejercer un poder positivo o negativo a voluntad.

En su desplazamiento hacia el oeste a lo largo de los siglos, los turcomanos fueron absorbiendo lentamente diferentes características de los otros pueblos (chinos, iranios, mongoles) con los que mantuvieron contacto, perdiendo parte de sus características más salvajes y llegando en muchas ocasiones a asentarse, si bien manteniendo en lo esencial unas características seminómadas.
EL IMPERIO GOKTÜRK

La mayoría de los que se desplazaron hacia el oeste terminaron por conformar la primera entidad política turca conocida: el Imperio goktürk, que perduró dos siglos (desde mediados del siglo VI a mediados del VIII), extendiéndose desde el mar Negro, a través de Asia (por los territorios que actualmente son Mongolia y China) hasta prácticamente alcanzar las costas del océano Pacífico.

Este imperio era en realidad poco más que una confederación de tribus nómadas, cuya principal y fundamental diferencia con lo existente hasta ese momento era la subordinación de las diferentes tribus y sus khanes a una autoridad central (gran khan), elegido de entre los miembros de una importante familia de una de las más importantes tribus, los oghuz.



Guerrero sipahi, término del que deriva el de cipayo. Tropas de caballería de élite basadas en las encomiendas (timares).



Los gobernantes no tenían una residencia permanente, sino únicamente residencia y territorios de estancia para el verano y el invierno, en donde acampaban con su tribu, por lo que no existía una verdadera capital, ni unas fronteras definidas, ni un código de leyes comunes más allá de los decretos, principalmente de carácter militar (fijando el número de tropas y suministros que cada tribu debía aportar), de los grandes khanes (emperadores) goktürk.

En cuanto a su armamento, los turcomanos de este periodo evolucionaron desde el empleo de los lazos, garrotes y puntas de lanza y flechas de sílex, a contar con un armamento bastante más avanzado, en el que se van introduciendo elementos metálicos (cuchillos, espadas, puntas de lanza y flechas), así como los primeros elementos defensivos (cascos, armaduras y escudos).

Tras su colapso y división en imperio oriental y el occidental, aceptando ambos la soberanía y el sometimiento a China, una parte de los occidentales se convertirá en el Imperio jázaro, que resultará perfecto para establecer una alianza militar con Bizancio (el enemigo de mi enemigo) contra los persas sasánidas de Irán, con duros enfrentamientos en las vegas del Oxus (Amu Daria) y el Jaxartes (Syr Daria), en los territorios de Transoxania, Corasmia, Sogdiana y Corasán.



La Transoxiana: literalmente «tierra más allá del (río) Oxus» marcaba el final de la zona de influencia europea y el inicio del Asia.



El continuado contacto, por casi tres siglos, entre estas tribus aún medio salvajes y los dos grandes y refinados imperios (Persia sasánida, que será absorbida por los omeyas, y Bizancio) van a cambiar nuevamente las costumbres turcomanas.

Se van a establecer asentamientos de carácter permanente, con enclaves amurallados y fortalezas para asegurar las regiones fronterizas ante los ataques de tribus asiáticas. En este periodo creemos que es cuando aparece por vez primera el término ghazi, guerrero, lo que se puede considerar como la aparición de verdaderos «soldados profesionales», adaptados para la lucha a pie y para la defensa de enclaves fortificados, por el continuado contacto con sus vecinos, pero que aún mantiene muchas de las características nómadas, habiendo absorbido además algunas de las de las tribus arábigas islámicas.

Se va a crear pues una zona o región fronteriza entre estos grupos que van a convivir, adoptando unos de otros tanto sus armas, como sus tácticas e incluso formas de vida, formando progresivamente una sociedad fronteriza de carácter militar, con toda una serie de características únicas, que van a hacer que se parezcan cada vez más entre ellos en lugar de a las sociedades originales de las que procedían, y a las que defendían y guardaban sus fronteras.

Por supuesto, en los periodos de paz se van a establecer importantes vínculos comerciales, ya que esta región se encuentra en mitad de una de las principales rutas internacionales de caravanas entre Europa y Oriente (Ruta de la Seda). Y si bien los conflictos fronterizos interrumpieron o redujeron temporalmente estas rutas, muy pronto todos los contendientes acordaron mantener abiertas las rutas y permitir el paso en las mismas, respetando y garantizando su seguridad, lo cual redundaría muy positivamente en su beneficio económico (ropajes, artesanía, armas, etc.).

Como en otras regiones fronterizas similares, se va a proceder a una intensiva actividad misionera, principalmente por parte de los bizantinos y los musulmanes, con la idea de convertir y «civilizar» a los nómadas paganos. Esto dará lugar a la aparición de una mezcolanza de creencias heterodoxas, debida a la propia naturaleza de los misioneros que se arriesgaban a realizar su misión en la zona.

La conversión significaba algo más que un simple cambio de creencias. Supuso la aceptación de las civilizaciones que las representaban, con sus códigos morales, y la aceptación de una existencia más sedentaria.
LOS SELYÚCIDAS Y SUS SUCESORES

La decadencia y descomposición del Imperio abasida, va a permitir el ascenso de los selyúcidas, y otros grupos turcomanos, pero que no tuvieron impacto posteriormente en cuanto al devenir de los otomanos, que se apoderaron de importantes regiones del islam desde el siglo XI. Cada una de estas dinastías turcas revivió y revigorizó el islam, defendiéndolo de las nuevas hordas nómadas y bárbaras que seguían fluyendo periódicamente desde las estepas.

Los selyúcidas eran un conjunto de tribus bajo el mando de los oghuz, y que, originalmente sirvieron como mercenarios al servicio de los diferentes intereses de la región, terminando por asentarse de una forma más o menos definitiva en las ciudades del Horasan y Transoxania, territorios que se les había asignado para su defensa en nombre de los califas de Bagdad.



Armadura otomana del periodo clásico (cota de malla y casco cónico de turbante).



En 1055, el líder selyúcida Tugrul Bey, obligó al califa a nombrarle «protector del islam» y sultán, lo que le otorgaba una regularización formal de su estatus, así como el de sus territorios, si bien esto supuso una ruptura entre los líderes selyúcidas, que debían actuar como gobernadores y protectores del imperio, y buena parte de sus beys y atabegs, insatisfechos con las cada vez mayores restricciones que se les imponían, con respecto a sus actuaciones contra las poblaciones asentadas en la zona.

El sultán asumía la autoridad, cedida por el califa, para legislar y gobernar en cuestiones administrativas, militares y seculares no reguladas directamente en la ley musulmana, quedando este como un mero líder espiritual.

Los selyúcidas retomaron, restauraron y elaboraron el aparato administrativo tradicional persa al que añadieron diversos elementos islámicos, apoyándose en ministros persas que hacían hincapié en su propia cultura, recuperando la lengua persa y eliminando en gran medida los elementos árabes tanto del gobierno como en la cultura, utilizando a persas en la mayoría de los puestos administrativos del imperio.

Mientras los ghazis seminómadas constituyeron el elemento principal del Ejército selyúcida, estos no podían ignorar, al menos del todo, sus demandas de enfrentamientos periódicos para la obtención de botín (y nuevos territorios y terrenos de forraje). Controlarlos resultaba muy complicado.

La solución selyúcida fue la instauración de un Ejército regular asalariado, formado en su mayor...

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Autor

Vicente Moreno Sanz es graduado en Geografía e Historia por la UNED (2020) y Especialista en Historia militar (Título propio de la Universidad Complutense de Madrid). Actualmente cursa el Máster de Profesor de Secundaria (UCM). Gran apasionado de la historia, es licenciado en Farmacia por la Universidad Complutense, y realizó el máster en Monitorización de ensayos clínicos por la Universidad Autónoma de Madrid, sector en el que ha desarrollado gran parte de su trayectoria. Es máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Internacional de Valencia en colaboración con Atresmedia. Ha publicado con Ediciones Nowtilus, aparte de éste, el título Breve historia de las Órdenes Militares: Caballeros de Santiago, Breve historia del Ejérctio nazi y Breve historia del Ejército rojo. En la actualidad está inmerso en nuevos proyectos editoriales

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