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Confesiones

E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
248 Seiten
Spanisch
NOCTURNAerschienen am26.11.20221. Auflage
Kanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de economía doméstica, publicó su primera novela, Confesiones (2008; Nocturna, 2021), que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios como el de los libreros y fue nominada al premio Shirley Jackson. Su adaptación cinematográfica, dirigida por Tetsuya Nakashima, representó a Japón en los Oscar. En la actualidad, Kanae Minato se dedica íntegramente a la escritura y forma parte de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón.

El último día de clase, la profesora Yuko Moriguchi anuncia a sus alumnos que deja la escuela. Todos saben el motivo: no han pasado más que unos días desde que su hija de cuatro años apareció ahogada en la piscina del colegio, en apariencia por accidente. Sin embargo, Yuko sabe que la verdad es muy distinta: la mataron dos alumnos de esa misma clase. Y a ella no le interesa buscar justicia. En realidad, prefiere venganza. De esta última lección de Yuko nadie saldrá sin cicatrices; al fin y al cabo, todo el mundo tiene algo que confesar. 'Confesiones' es es el impactante thriller lleno de giros que catapultó a Kanae Minato a las listas de más vendidos en Japón, donde ha ganado premios como el de los libreros y el director Tetsuya Nakashima lo adaptó al cine. Después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase. Cita de reseña crítica: «Kanae Minato es una narradora brillante y 'Confesiones' es un libro espléndido e inolvidable. A medida que Minato cambia el punto de vista de un personaje a otro, cada nueva perspectiva da otro enfoque sorprendente a esta historia apasionante y perturbadora». Emily St. John Mandel, autora de 'Estación Once' «Una indagación ambiciosa a través de los rincones más oscuros de la naturaleza humana (...) sobre el daño que los adultos infligen a los niños y la forma en que los jóvenes a veces lo devuelven de una manera perversa y magnificada». Chicago Tribune «'Confesiones' te dejará con la boca abierta. El libro más deliciosamente malvado que leerás este año». Los Angeles Times «Escalofriante». Wall Street Journal «Cautivador. A medida que los personajes se vuelven más retorcidos, nos sentimos fascinados y asqueados, incapaces de apartar la mirada. 'Confesiones' socava los prejuicios con fuerza y ??ferocidad». New Republic
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Verfügbare Formate
BuchKartoniert, Paperback
EUR26,00
E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
EUR8,99

Produkt

KlappentextKanae Minato nació en Innoshima, Hiroshima, y tras dedicarse a la enseñanza en la asignatura japonesa de economía doméstica, publicó su primera novela, Confesiones (2008; Nocturna, 2021), que vendió más de tres millones de ejemplares en Japón, ganó premios como el de los libreros y fue nominada al premio Shirley Jackson. Su adaptación cinematográfica, dirigida por Tetsuya Nakashima, representó a Japón en los Oscar. En la actualidad, Kanae Minato se dedica íntegramente a la escritura y forma parte de la Asociación de Escritores de Misterio de Japón.

El último día de clase, la profesora Yuko Moriguchi anuncia a sus alumnos que deja la escuela. Todos saben el motivo: no han pasado más que unos días desde que su hija de cuatro años apareció ahogada en la piscina del colegio, en apariencia por accidente. Sin embargo, Yuko sabe que la verdad es muy distinta: la mataron dos alumnos de esa misma clase. Y a ella no le interesa buscar justicia. En realidad, prefiere venganza. De esta última lección de Yuko nadie saldrá sin cicatrices; al fin y al cabo, todo el mundo tiene algo que confesar. 'Confesiones' es es el impactante thriller lleno de giros que catapultó a Kanae Minato a las listas de más vendidos en Japón, donde ha ganado premios como el de los libreros y el director Tetsuya Nakashima lo adaptó al cine. Después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase. Cita de reseña crítica: «Kanae Minato es una narradora brillante y 'Confesiones' es un libro espléndido e inolvidable. A medida que Minato cambia el punto de vista de un personaje a otro, cada nueva perspectiva da otro enfoque sorprendente a esta historia apasionante y perturbadora». Emily St. John Mandel, autora de 'Estación Once' «Una indagación ambiciosa a través de los rincones más oscuros de la naturaleza humana (...) sobre el daño que los adultos infligen a los niños y la forma en que los jóvenes a veces lo devuelven de una manera perversa y magnificada». Chicago Tribune «'Confesiones' te dejará con la boca abierta. El libro más deliciosamente malvado que leerás este año». Los Angeles Times «Escalofriante». Wall Street Journal «Cautivador. A medida que los personajes se vuelven más retorcidos, nos sentimos fascinados y asqueados, incapaces de apartar la mirada. 'Confesiones' socava los prejuicios con fuerza y ??ferocidad». New Republic
Details
Weitere ISBN/GTIN9788418440489
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisDRM Adobe
FormatE101
Verlag
Erscheinungsjahr2022
Erscheinungsdatum26.11.2022
Auflage1. Auflage
Seiten248 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse2422 Kbytes
Artikel-Nr.11907312
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Leseprobe


Profesora Moriguchi, no me puedo creer que hace tan solo unos meses la viera a usted todos los días y ahora no sepa cómo encontrarla ni adónde enviarle esta carta.

Usted dijo que no podía confiar en la ley para castigar a los chicos que le quitaron la vida a su hija, por lo que los castigó usted misma y luego desapareció. Creo que su comportamiento ha sido algo irresponsable. Si decidió castigarlos, debería haberse quedado con nosotros y afrontar las consecuencias hasta averiguar qué sería de ellos dos.

Pensé que usted debía saber lo que sucedió después de que nos dejara y escribí una larga carta para contárselo todo. Entonces me di cuenta de que no sabía adónde enviarla..., hasta que recordé el premio a los escritores revelación de la revista literaria que usted solía leer en la sala de profesores. En los últimos años, algunos adolescentes han sido proclamados ganadores, por lo que decidí enviar mi carta al certamen. Mientras existiera una pequeña probabilidad, ¿por qué no intentarlo?

Sin embargo, hay algo que me preocupa. La revista mensual llevaba años publicando una columna del profesor Sakuranomiya, pero terminó en abril. Incluso si por suerte salgo ganadora y mi carta se publica, cabe la posibilidad de que usted ya haya dejado de leerla. Aun así, no quiero perder un hilo de esperanza.

Pero, profesora, sepa que no le estoy pidiendo ayuda. Es solo que hay algo que necesito preguntarle.

Antes de entrar en materia, le hago otra pregunta: ¿es usted consciente de la atmósfera, del ambiente que la rodea? ¿Puede sentir si está viciado, fresco, estancado, impoluto...? Estoy convencida de que el aura de todas las personas que se encuentran en cualquier lugar se une para crear el ambiente. Y yo soy muy sensible a eso. A veces incluso siento que no puedo respirar, que solo puedo pensar en el ambiente que me rodea.

En fin, si tuviera que elegir una palabra para describir la atmósfera que dominaba nuestra clase en el nuevo curso, sería... extraña.

No hemos vuelto a ver a Naoki Shimomura desde el último día de curso, cuando usted nos dijo lo que les había hecho a él y a Shuya Watanabe. Naoki fue el único ausente en nuestra clase B el primer día del nuevo año escolar. Todos los demás estaban, incluso Shuya. En realidad, nos sorprendió más que Shuya estuviera allí que el hecho de que Naoki no estuviera. Nadie trató de hablar con Shuya, pero todos se pusieron a cuchichear sobre él mientras lo observaban a distancia. A él nuestra reacción no parecía importarle en absoluto. Sentado en su habitual pupitre, leía un libro forrado, por lo que no se sabía de qué trataba. No es que se estuviera haciendo el gallito, sino que era su costumbre diaria desde que empezamos la secundaria. Pero eso era precisamente lo extraño, que nada parecía haber cambiado.

Hacía buen tiempo y las ventanas estaban abiertas de par en par, pero un aire viciado reinaba en el aula. Luego sonó la música del timbre, indicando el comienzo de la jornada, y apareció nuestro nuevo tutor. Era joven y escribió vigorosamente su nombre en la pizarra: Yoshiteru Terada.

-Me llaman Werther desde que era estudiante y quiero que me llaméis así también -dijo.

Nos dejó bastante desconcertados, pero a partir de ahora lo llamaré Werther.

-¡Pero eso no quiere decir que esté todo el tiempo penando! -Nadie se rio-. ¿Qué os pasa? ¿No lo habéis leído? -exclamó haciendo un gesto exagerado de lamento.

Era fácil de suponer que el primer sinograma, yoshi, equivalía más o menos a worthy en inglés y a Werther en alemán, por lo que le pareció estupendo fingir que era el protagonista de Las penas del joven Werther. Vale, lo pillamos. Muy gracioso. Pero ¿es que no lo notaba? ¿No leía el ambiente?

-Ah, casi se me olvida pasar lista. Naoki no ha venido porque está resfriado... ¿Y falta alguien más?

Pese a ser el primer día, Werther se dirigió a nosotros con excesiva familiaridad, tratándonos por nuestros nombres de pila y no por los apellidos. Usted nunca hizo eso, siempre nos habló con cortesía. Luego comenzó su presentación:

-No fui buen estudiante en la secundaria. Fumaba a escondidas de mis padres, pinché las ruedas del coche de un profesor al que odiaba y otras cosas por el estilo. Pero mi tutor de segundo curso consiguió que me redimiera. Era el tipo de persona que se vuelca en ayudar a sus alumnos, capaz de interrumpir su clase para discutir entre todos el problema de uno si lo consideraba necesario. Como mínimo perdimos cinco clases de Inglés por mis pequeñas crisis. -Soltó una carcajada.

Nadie reaccionó. Dudo que alguien lo estuviera escuchando. Estoy segura de que todos estaban pensando, como yo, en la ausencia de Naoki por un resfriado. Sabía que no estaba enfermo, pero por lo menos me sentí aliviada al enterarme de que seguía matriculado en el instituto y no se había ido a otro. Algunos compañeros miraban furtivamente a Shuya y él miraba atentamente al profesor como un alumno modelo..., aunque tampoco parecía estar escuchándolo. Aun así, Werther, sin darse cuenta de nada, continuó con entusiasmo:

-Hoy es mi primer día de trabajo en la enseñanza, así que los de la clase B ¡sois mis primeros alumnos! Como soy nuevo, quiero que vosotros también empecéis de cero conmigo, por lo que, para no hacerme una idea preconcebida de vosotros, he decidido no leer los informes de cada alumno que dejó la tutora del primer curso. Cuando os surja cualquier problema, no dudéis en hablar conmigo. Quiero que me consideréis no un profesor, sino un hermano mayor, ¿de acuerdo?

Qué pesado con que si Werther o que si hermano. La primera clase de tutoría previa a la ceremonia del inicio de curso suele alargarse, pero el apasionado discurso de Werther sobre sus ideas acerca de la enseñanza parecía durar una eternidad. Por fin terminó tras escribir con una nueva tiza amarilla, en letras enormes por toda la pizarra:

ONE FOR ALL! ALL FOR ONE!

No sé lo que pensaba usted de cada uno de nosotros. Ni mucho menos puedo imaginarme lo que escribió sobre Naoki y Shuya en los informes. Pero si Werther los hubiera leído, como era su deber, apuesto a que nada de lo que voy a contar habría sucedido.

A pesar de que Naoki seguía sin aparecer por el instituto y a Shuya lo evitaban todos, nuestra clase funcionó con relativa tranquilidad durante un mes, hasta mediados de mayo. A lo mejor nos habíamos acostumbrado a evitar a Shuya -reconozco que es una expresión extraña- y nos habíamos vuelto hábiles en hacerlo con naturalidad, sin manifestar odio hacia él, como si no existiera. Incluso me acostumbré al ambiente opresivo y ya no me sentía tan agobiada.

Una noche, en un programa televisivo centrado en la educación se habló de un instituto de secundaria. Tenía establecido un tiempo de lectura de diez minutos en la tutoría de cada mañana. Dijeron que la lectura no solo enriquecía la sensibilidad emocional, sino que también mejoraba la capacidad de concentración que contribuye al aprendizaje. Mientras lo veía, recordé a Shuya.

Al día siguiente ya se había instalado una biblioteca al fondo de nuestra aula. Werther había traído una pequeña estantería y un montón de libros de su casa.

-Siento que sea una selección limitada de los que he leído, ¡pero quiero que leáis más para abrir vuestra mente y vivir mejor!

Muy simple, pero no era mala idea. Sin embargo, cuando vimos los lomos de los libros alineados, nos quedamos sin habla. Incluso algunas chicas, como Shiho, que habían empezado a llevarse bien con Werther, tal vez un poco atraídas por su físico, se quedaron petrificadas porque el estante superior estaba compuesto solo por los libros escritos por el profesor Sakuranomiya, el padre de Manami.

Tal vez Werther se sintió frustrado porque no reaccionamos ni bien ni mal a su biblioteca tras haberse molestado en crearla. Unas horas más tarde, cuando estábamos resolviendo problemas en su clase de Matemáticas, de repente sacó un libro del estante y se puso a leerlo en voz alta:

-«Nunca me había interesado la religión, pero mientras deambulaba por el mundo, de un país a otro, comencé a llevar la Biblia conmigo. En un versículo del capítulo dieciocho de Mateo viene escrito lo siguiente: Un hombre que tiene cien ovejas pierde una. Al darse cuenta, deja las otras noventa y nueve para ir en busca de la oveja descarriada. Al encontrarla, siente alegría por ella, con mayor gozo que por las noventa y nueve que no se extraviaron ... En esto descubrí la definición de un verdadero educador». -En ese punto, Werther cerró el libro y dijo en un tono serio inusual en él-: Dejemos las Matemáticas por hoy y tengamos una clase de tutoría. ¿Por qué no pensamos qué hacer con Naoki?

Probablemente percibía a Naoki como una oveja descarriada. En cualquier caso, nos ordenó guardar los libros de texto sin ni siquiera verificar las respuestas de los problemas. La razón de la ausencia de Naoki fue un resfriado durante la primera semana del curso, pero después Werther decía que no se encontraba bien.

-Debo admitir que os he estado mintiendo sobre el motivo de que Naoki no venga al instituto. No está haciendo novillos. Tiene la voluntad de venir, pero su mente se niega porque está sufriendo una especie de bloqueo.

La voluntad nace de uno mismo, por lo que no estaba segura de que esa explicación confusa fuera de la propia cosecha de Werther o si simplemente repetía lo que la madre de Naoki le...
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Autor

El último día de clase, la profesora Yuko Moriguchi anuncia a sus alumnos que deja la escuela. Todos saben el motivo: no han pasado más que unos días desde que su hija de cuatro años apareció ahogada en la piscina del colegio, en apariencia por accidente. Sin embargo, Yuko sabe que la verdad es muy distinta: la mataron dos alumnos de esa misma clase.
Y a ella no le interesa buscar justicia. En realidad, prefiere venganza.
De esta última lección de Yuko nadie saldrá sin cicatrices; al fin y al cabo, todo el mundo tiene algo que confesar.
"Confesiones" es es el impactante thriller lleno de giros que catapultó a Kanae Minato a las listas de más vendidos en Japón, donde ha ganado premios como el de los libreros y el director Tetsuya Nakashima lo adaptó al cine. Después de leer esta novela, nunca volverás a ver del mismo modo una clase.

Cita de reseña crítica:

«Kanae Minato es una narradora brillante y "Confesiones" es un libro espléndido e inolvidable. A medida que Minato cambia el punto de vista de un personaje a otro, cada nueva perspectiva da otro enfoque sorprendente a esta historia apasionante y perturbadora». Emily St. John Mandel, autora de "Estación Once"

«Una indagación ambiciosa a través de los rincones más oscuros de la naturaleza humana (...) sobre el daño que los adultos infligen a los niños y la forma en que los jóvenes a veces lo devuelven de una manera perversa y magnificada». Chicago Tribune

«"Confesiones" te dejará con la boca abierta. El libro más deliciosamente malvado que leerás este año». Los Angeles Times

«Escalofriante». Wall Street Journal

«Cautivador. A medida que los personajes se vuelven más retorcidos, nos sentimos fascinados y asqueados, incapaces de apartar la mirada. "Confesiones" socava los prejuicios con fuerza y ¿¿ferocidad». New Republic