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El cuerpo en la danza

E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
280 Seiten
Spanisch
Paidotriboerschienen am10.12.20131. Auflage
La danza es una forma de expresión con una larga historia y que ha ido adoptando formas diversas junto con la evolución del ser humano. En el camino que recorre el bailarín durante su aprendizaje, encuentra retos a superar de distinta índole (físicos, psicológicos, culturales...). El abordaje de estos retos puede mejorar a través de un mejor conocimiento del propio cuerpo y del propio trabajo. En El cuerpo en la danza los autores presentan los conceptos básicos de la biomecánica de la extremidad inferior, de la columna vertebral y de los mecanismos reguladores de la postura, y cómo esta biomecánica y estos mecanismos pueden modelarse y adaptarse a los diferentes tipos de danza para que el bailarín sea capaz de alcanzar la perfección de su gesto dancístico. También a lo largo del texto se exponen las diferentes patologías que con mayor frecuencia pueden afectar al bailarín y su íntima relación con la alteración de la biomecánica normal.

Núria Massó Ortigosa cursó sus estudios de Medicina en la Universitat de Barcelona. Estudió danza clásica y moderna también en dicha ciudad, practicando con profesores y coreógrafos de diversas nacionalidades. Se especializó en Medicina de la Educación Física y el Deporte, así como en técnicas de estudio electrofisiológicos (electromiografía y neurografía). Realizó su tesis doctoral acerca del pie en la danza, presentando un estudio sobre aspectos morfológicos y de comportamiento motor. Creó una Unidad de Medicina del Arte, centrada en la investigación y el tratamiento de lesiones y patologías relacionadas con las artes escénicas. Ha publicado diversos artículos y estudios sobre medicina y ciencias aplicadas a la danza. En especial, ha trabajado y publicado sobre las repercusiones de la práctica de la danza en el organismo, las lesiones derivadas, y también sobre los beneficios obtenidos a través de su práctica. Asimismo, ha participado en varias reuniones y congresos a nivel nacional e internacional. Actualmente trabaja en clínica como médico especialista, y como profesor e investigador en la Universitat  Ramon Llull (Barcelona).
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Verfügbare Formate
TaschenbuchKartoniert, Paperback
EUR51,81
E-BookEPUBDRM AdobeE-Book
EUR8,99

Produkt

KlappentextLa danza es una forma de expresión con una larga historia y que ha ido adoptando formas diversas junto con la evolución del ser humano. En el camino que recorre el bailarín durante su aprendizaje, encuentra retos a superar de distinta índole (físicos, psicológicos, culturales...). El abordaje de estos retos puede mejorar a través de un mejor conocimiento del propio cuerpo y del propio trabajo. En El cuerpo en la danza los autores presentan los conceptos básicos de la biomecánica de la extremidad inferior, de la columna vertebral y de los mecanismos reguladores de la postura, y cómo esta biomecánica y estos mecanismos pueden modelarse y adaptarse a los diferentes tipos de danza para que el bailarín sea capaz de alcanzar la perfección de su gesto dancístico. También a lo largo del texto se exponen las diferentes patologías que con mayor frecuencia pueden afectar al bailarín y su íntima relación con la alteración de la biomecánica normal.

Núria Massó Ortigosa cursó sus estudios de Medicina en la Universitat de Barcelona. Estudió danza clásica y moderna también en dicha ciudad, practicando con profesores y coreógrafos de diversas nacionalidades. Se especializó en Medicina de la Educación Física y el Deporte, así como en técnicas de estudio electrofisiológicos (electromiografía y neurografía). Realizó su tesis doctoral acerca del pie en la danza, presentando un estudio sobre aspectos morfológicos y de comportamiento motor. Creó una Unidad de Medicina del Arte, centrada en la investigación y el tratamiento de lesiones y patologías relacionadas con las artes escénicas. Ha publicado diversos artículos y estudios sobre medicina y ciencias aplicadas a la danza. En especial, ha trabajado y publicado sobre las repercusiones de la práctica de la danza en el organismo, las lesiones derivadas, y también sobre los beneficios obtenidos a través de su práctica. Asimismo, ha participado en varias reuniones y congresos a nivel nacional e internacional. Actualmente trabaja en clínica como médico especialista, y como profesor e investigador en la Universitat  Ramon Llull (Barcelona).
Details
Weitere ISBN/GTIN9788499104126
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisDRM Adobe
FormatE101
Erscheinungsjahr2013
Erscheinungsdatum10.12.2013
Auflage1. Auflage
ReiheDanza
Seiten280 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse4318 Kbytes
Artikel-Nr.3085925
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Inhaltsverzeichnis
Agradecimientos
Prólogo. Ángel Corella
Prefacio. Antonio Viladot Voegeli
Introducción Núria Massó

CAPÍTULO 1. BIOMECÁNICA DE LA EXTREMIDAD INFERIOR. NÚRIA MASSÓ
.Biomecánica del pie y el tobillo
.El pie en la danza
.Biomecánica de la rodilla
.La rodilla en la danza
.Biomecánica de la cadera
.La cadera en la danza

CAPÍTULO 2. BIOMECÁNICA DE LA COLUMNA VERTEBRAL. NÚRIA MASSÓ
.Postura y curvaturas fisiológicas de la columna vertebral
.La unidad funcional de la columna vertebral

CAPÍTULO 3. PATOLOGÍA DE LA EXTREMIDAD INFERIOR. NÚRIA MASSÓ
.Lesiones por sobrecarga
.Patología del pie en la danza
.Patología de la rodilla en la danza
.Patología de la cadera y la pelvis en la danza
.Afecciones del nervio periférico
.Afecciones de la piel

CAPÍTULO 4. PATOLOGÍA DE LA COLUMNA VERTEBRAL. NÚRIA MASSÓ
.Patología discal
.Patología de la articulación interapofisaria posterior
.Sacroileítis
.Lumbalgia por contractura muscular
.Hipertonía del músculo psoas
.Fracturas por estrés. Espondilólisis
.Cervicalgia por contractura del músculo trapecio
.Torso plano

CAPÍTULO 5. LAS COMPENSACIONES ORTÉSICAS EN LA DANZA. MARTÍN RUEDA

CAPÍTULO 6. LA POSTURA EN LA DANZA. NÚRIA MASSÓ

CAPÍTULO 7. ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE LAS LESIONES DE LOS BAILARINES. FACTORES ASOCIADOS. MONTSE SANAHUJA

CAPÍTULO 8. LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS DE LA DANZA. NÚRIA MASSÓ

CAPÍTULO 9. EL ACONDICIONAMIENTO FÍSICO DEL BAILARÍN. MIREIA PUJOL
.La danza como ejercicio físico
.Aspectos fisiológicos de la danza
.Cualidades y capacidades fisicopsíquicas
.El entrenamiento físico del bailarín
.Acondicionamiento físico complementario
.Objetivos y finalidades del acondicionamiento físico complementario
.Preparación física del bailarín lesionado
.Las lesiones más frecuentes del bailarín, por qué se producen y cómo hay que tratarlas

Bibliografía
Índice alfabético
Sobre los autores
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Leseprobe

1  
Biomecánica de la extremidad inferior

Núria Massó

El arte no reproduce lo visible, sino que hace visible lo que no siempre lo es
Paul Klee

Mientras estamos despiertos, nuestro contacto con el suelo es, gran parte del tiempo, a través del pie. Aunque no lo parezca, éste es un aspecto funcional sumamente importante que hace que nos deten gamos a estudiar de una forma especial esta parte de nuestro cuerpo. A partir de algunos receptores del sistema nervioso situados en el pie recibimos una información esencial sobre cómo se realiza este contacto y sobre la postura del cuerpo. Además, el pie constituye la base sobre la que el resto del cuerpo se sustenta. Por otro lado, su movilidad condiciona la del resto de la extremidad. Aunque abordamos la extremidad a través de distintos segmentos (pie-tobillo, rodilla, cadera), hay que entender que éstos están absolutamente relacionados entre sí, y que la postura y el movimiento de uno condicionan los de los otros.


BIOMECÁNICA DEL PIE Y EL TOBILLO

Nos sostenemos sobre uno o dos pies una gran parte de nuestra vida. Para nosotros es algo natural y que no implica un esfuerzo consciente. Raramente nos paramos a pensar en qué mecanismos internos ponemos en marcha cuando permanecemos de pie, ya que para nosotros es algo habitual y aparentemente sencillo. Para llegar a permanecer sobre dos pies, hemos recorrido un largo proceso evolutivo a partir de nuestros antepasados, proceso que ha implicado cambios evidentes de la estructura ósea de nuestros pies, pero también de nuestra estructura esquelética en general. También se han producido cambios lógicos de la organización y función de nuestros músculos para luchar contra la acción de la gravedad y para lograr posturas estables y acciones seguras. Nuestro sistema nervioso se ha adaptado con el fin de mantener el equilibrio en posiciones más inestables que la antigua posición cuadrúpeda. Incluso se han visto implicados otros sistemas como el digestivo y los sistemas de control de la temperatura corporal y cerebral, que cambian al situar el tronco y la cabeza en posición erguida.

En antepasados del ser humano como el Australopithecus africanus se aprecian rasgos en la forma del pie y la cadera próximos a los nuestros y que estarían directamente relacionados con nuestra forma de estar y caminar (figura 1-1). Su pie ya cuenta con unos arcos próximos a los existentes en nuestro pie. Sus dedos se posicionan de forma más adaptada al caminar que a la prensión. La forma de sus caderas y rodillas va buscando adaptaciones posturales comprometidas con la búsqueda del control del centro de gravedad. Sus glúteos se desarrollan y posteriorizan (Arsuaga L., Martínez I., 2006). Y, no obstante, aún le queda mucho para conseguir la postura y el movimiento que consideramos propiamente nuestros.

Figura 1-1. Esqueleto del pie de un primate primitivo (izquierda) y esqueleto de un pie humano actual (derecha).


EL PIE


El pie constituye una compleja estructura adaptada a las funciones que debe cumplir, que son esenciales para la vida. Podemos resumir estas funciones en:

   Contacto con el suelo. A través del pie tomamos contacto con el suelo la mayor parte del tiempo. El pie cuenta con gran cantidad de receptores a nivel de la piel, de la articulación, de los músculos y tendones, que recogen constantemente información sobre cómo contactamos con el suelo, la posición que mantienen el pie y el tobillo, etc. Esta información llega al sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y no sólo permite conocer la información, sino que también desencadena las reacciones y cambios posturales necesarios en cada instante para mantener el equilibrio.

   Soporte y transmisión del peso corporal al suelo. Los pies soportan el peso corporal, que es transmitido al suelo a través de él o ellos (según estemos en mono o en bipedestación).

   Locomoción. Para desplazarnos, utilizamos una secuencia de movimientos (la marcha humana) para la cual es esencial la función de todo el pie.

   En el caso de la danza, el gesto. Los movimientos de la danza suelen implicar desplazamientos y actitudes posturales con un gran requerimiento articular y muscular por parte del pie.

Desde la globalidad de estas funciones, es imposible separar el papel de esta importante estructura que es el pie del resto de estructuras articulares y musculares que encontramos en toda la extremidad inferior, incluso de las del tronco. Por ello haremos una constante referencia al pie, la rodilla y la cadera como partes con una funcionalidad que interfieren la una con la otra. Así, veremos la interacción entre la forma, la estructura y la función de unas sobre las de las otras.

Lo que acabamos de mencionar es aún más relevante cuando nos centramos en la danza, al observar la influencia que tienen las variaciones morfológicas (de la forma) de la cadera, por ejemplo, sobre otros elementos. Asimismo, su forma influye en la manera de contactar el pie con el suelo, en la de caminar o en el nivel de en déhors (rotación externa de la extremidad inferior) que conseguirá cada individuo.

Desde un punto de vista anatómico (forma y estructura) dividimos el pie en tres partes, a las que llamamos tarso, metatarso y falanges. Cada parte cuenta con varias articulaciones. Desde un punto de vista funcional (papel que desempeña) el pie posee tres zonas con misiones distintas (figuras 1-2a y 1-2b). Estas zonas son el retropié y el antepié. Si concretamos mucho la función, aún podemos distinguir una tercera, que es el mediopié. Todas ellas participan en la bipedestación y en los movimientos del pie. No obstante, cada una de estas zonas posee alguna función más específica de ella misma.

Figura 1-2a. El pie en una visión plantar.

Figura 1-2b. El pie en una visión medial.

En concreto, el retropié posee una estructura (esencialmente el hueso calcáneo) preparada para la función de carga, recibiendo y soportando una parte importante del peso que le llega. De las fuerzas que debe soportar el pie cuando estamos en bipedestación, un 60% se dirigen hacia el retropié y un 40% se dirigen hacia el antepié (Viladot Voegeli, 2000).

El retropié es el primero que contacta con el suelo durante la marcha (contacto inicial, recepción o implantación del paso, adaptación al terreno).

El antepié (lo que para algunos englobaría medio y antepié) es menos rígido, pero posee un mayor número de piezas óseas y por lo tanto mayor movilidad. Cumple esencialmente las siguientes funciones: adaptación al terreno sobre el que caminamos y propulsión del paso en el ciclo de la marcha (entendiendo como ciclo de marcha el intervalo comprendido entre dos choques de talón sucesivos de un mismo pie con el suelo).

En la danza, el antepié adquiere un protagonismo especial debido a la importancia de las posiciones en media punta y punta. Es decir, en la danza, el antepié asume a menudo los dos tipos de funciones (soporte del peso y movilidad). Además, requiere un grado de movilidad importante.

Podemos resumir las funciones del pie de la siguiente manera:

Conjunto del pie

Bipedestación

Locomoción

Contacto con el suelo

En el caso de la danza, el gesto dancístico

Retropié

Soporte de la carga

Recepción del paso

Adaptación al terreno (corresponde a las articulaciones subastragalina y de Chopart)

Antepié

Movilidad

Propulsión del paso

En la danza, soporte del peso


EL TOBILLO


Cuenta con dos articulaciones:

   Articulación tibioastragalina: es la responsable de los movimientos de flexión y extensión del tobillo.

   Articulación tibioperonea inferior: con poca movilidad pero importante para los movimientos del conjunto pie-tobillo.

Desde un punto de vista funcional, no podemos separar la función de estas dos articulaciones de la de una tercera y cuarta, la articulación subastragalina y la de Chopart (figura 1-3), gracias a las cuales podemos coordinar la acción del tobillo (con sus movimientos de flexoextensión, en un plano sagital) y la del pie (con sus movimientos en el plano frontal).

Figura 1-3. Articulaciones del tobillo.


CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL CONJUNTO PIE-TOBILLO


La bóveda plantar

Utilizamos este término arquitectónico para referirnos...
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