Hugendubel.info - Die B2B Online-Buchhandlung 

Merkliste
Die Merkliste ist leer.
Bitte warten - die Druckansicht der Seite wird vorbereitet.
Der Druckdialog öffnet sich, sobald die Seite vollständig geladen wurde.
Sollte die Druckvorschau unvollständig sein, bitte schliessen und "Erneut drucken" wählen.

La caída del cielo

E-BookEPUBePub WasserzeichenE-Book
784 Seiten
Spanisch
Capitán Swing Libroserschienen am26.02.20241. Auflage
'La caída del cielo' es un extraordinario relato en primera persona de la historia vital y el pensamiento cosmoecológico de Davi Kopenawa, chamán y portavoz de los yanomami de la Amazonia brasileña. En estrecha colaboración con el antropólogo Bruce Albert, amigo suyo desde los años setenta, Davi Kopenawa pinta un cuadro inolvidable de la cultura yanomami, pasada y presente, en el corazón de la selva tropical. Kopenawa relata su iniciación y experiencia como chamán, así como sus primeros encuentros con forasteros: funcionarios del gobierno, misioneros, trabajadores de carreteras, ganaderos y buscadores de oro. Describe vívidamente la represión cultural, la devastación medioambiental y las muertes provocadas por las epidemias y la violencia. En su papel de embajador mundial de su pueblo, que está en peligro, hace una crítica mordaz de la sociedad industrial occidental, cuya codicia material, violencia masiva y ceguera ecológica contrastan fuertemente con los valores culturales yanomami. 'La caída del cielo' es al mismo tiempo una historia de madurez, un relato histórico y una explicación de la filosofía chamánica, pero sobre todo es un apasionado alegato a favor del respeto de los derechos de los nativos y la conservación de la selva amazónica. Este apasionado alegato a favor del respeto de los derechos de los pueblos indígenas es un poderoso reproche a la acelerada depredación del Amazonas y otros tesoros naturales amenazados por el cambio climático y el desarrollo.

Antropólogo francés nacido en Marruecos en 1952. Tiene un doctorado en Antropología de la Universidad de París X-Nanterre y es investigador principal del Institut de Recherche pour le Développement . Comenzó a trabajar con los yanomami en Brasil en 1975. Participó en la fundación de la ONG Comisión Pró-Yanomami, en 1978, y participó durante décadas en la movilización por la ratificación de la Tierra Indígena Yanomami. Basado en su experiencia de más de 30 años con el pueblo yanomami y particularmente con Davi Kopenawa, Albert escribió y elaboró el libro 'La caída del cielo' con la transcripción de las palabras del chamán, recogidas en grabaciones realizadas a lo largo del período desde 1989 al 2000. El libro fue elaborado a pedido de Davi, con la intención de transmitir sus palabras y las palabras de los yanomami a los 'blancos' (no indígenas) de Brasil y del mundo, para que sean escuchados.
mehr
Verfügbare Formate
TaschenbuchKartoniert, Paperback
EUR43,00
E-BookEPUBePub WasserzeichenE-Book
EUR12,00

Produkt

Klappentext'La caída del cielo' es un extraordinario relato en primera persona de la historia vital y el pensamiento cosmoecológico de Davi Kopenawa, chamán y portavoz de los yanomami de la Amazonia brasileña. En estrecha colaboración con el antropólogo Bruce Albert, amigo suyo desde los años setenta, Davi Kopenawa pinta un cuadro inolvidable de la cultura yanomami, pasada y presente, en el corazón de la selva tropical. Kopenawa relata su iniciación y experiencia como chamán, así como sus primeros encuentros con forasteros: funcionarios del gobierno, misioneros, trabajadores de carreteras, ganaderos y buscadores de oro. Describe vívidamente la represión cultural, la devastación medioambiental y las muertes provocadas por las epidemias y la violencia. En su papel de embajador mundial de su pueblo, que está en peligro, hace una crítica mordaz de la sociedad industrial occidental, cuya codicia material, violencia masiva y ceguera ecológica contrastan fuertemente con los valores culturales yanomami. 'La caída del cielo' es al mismo tiempo una historia de madurez, un relato histórico y una explicación de la filosofía chamánica, pero sobre todo es un apasionado alegato a favor del respeto de los derechos de los nativos y la conservación de la selva amazónica. Este apasionado alegato a favor del respeto de los derechos de los pueblos indígenas es un poderoso reproche a la acelerada depredación del Amazonas y otros tesoros naturales amenazados por el cambio climático y el desarrollo.

Antropólogo francés nacido en Marruecos en 1952. Tiene un doctorado en Antropología de la Universidad de París X-Nanterre y es investigador principal del Institut de Recherche pour le Développement . Comenzó a trabajar con los yanomami en Brasil en 1975. Participó en la fundación de la ONG Comisión Pró-Yanomami, en 1978, y participó durante décadas en la movilización por la ratificación de la Tierra Indígena Yanomami. Basado en su experiencia de más de 30 años con el pueblo yanomami y particularmente con Davi Kopenawa, Albert escribió y elaboró el libro 'La caída del cielo' con la transcripción de las palabras del chamán, recogidas en grabaciones realizadas a lo largo del período desde 1989 al 2000. El libro fue elaborado a pedido de Davi, con la intención de transmitir sus palabras y las palabras de los yanomami a los 'blancos' (no indígenas) de Brasil y del mundo, para que sean escuchados.
Details
Weitere ISBN/GTIN9788412756388
ProduktartE-Book
EinbandartE-Book
FormatEPUB
Format HinweisePub Wasserzeichen
FormatE101
Erscheinungsjahr2024
Erscheinungsdatum26.02.2024
Auflage1. Auflage
ReiheEnsayo
Seiten784 Seiten
SpracheSpanisch
Dateigrösse59611 Kbytes
Artikel-Nr.13988905
Rubriken
Genre9201

Inhalt/Kritik

Leseprobe



Prólogo

Este libro, que es al mismo tiempo relato biográfico, autoetnografía y manifiesto cosmopolita, es una invitación a viajar por la historia y el pensamiento de un chamán yanomami de unos sesenta y siete años, Davi Kopenawa. Nacido al norte de la Amazonia brasileña, en la cuenca alta del río Toototobi, en un mundo todavía muy alejado del de los blancos, Davi Kopenawa acabó enfrentándose, en el curso de una existencia a menudo épica, a los protagonistas sucesivos del avance de la frontera colonial (agentes del SPI,[1] soldados del Comité de Fronteras, misioneros, trabajadores de la Perimetral Norte, buscadores de oro y grandes ganaderos). Sus relatos y reflexiones, que he recogido en su lengua y he transcrito y traducido, para a continuación reordenarlos y redactarlos en francés, ofrecen una versión inédita, tanto por su intensidad poética y dramática como por su agudeza y su sentido del humor, del desencuentro histórico de los pueblos indígenas con los márgenes de nuestra «civilización».

Desde que empezamos a colaborar, el deseo de Davi Kopenawa era que su testimonio pudiese llegar a un público lo más amplio posible. La intención de este prefacio es, pues, ofrecer unas cuantas referencias indispensables para poner dicho testimonio en perspectiva. En primer lugar, el lector encontrará en él una visión general sobre los yanomamis de Brasil y su historia; a continuación, un esbozo biográfico de Davi Kopenawa, autor de las palabras que constituyen la fuente viva de este libro, así como sobre el autor de estas líneas, que ha hecho todo lo posible por restituir su saber y su sabor al darles forma escrita. Se hará, en fin, una breve mención a cómo nos conocimos y a la génesis de este texto y a su contenido, temas estos que se retomarán con más detalle en los apéndices, pero que me ha parecido que sería útil mencionar brevemente al inicio de este libro, antes de que el lector se adentre en él.

Los yanomamis en Brasil

Los yanomamis[2] conforman una sociedad de cazadores-recolectores y agricultores de tala y quema que ocupa un espacio de selva tropical de unos 220.000 kilómetros cuadrados situado a ambos lados de Serra Parima, divisoria de aguas entre el alto Orinoco (al sur de Venezuela) y los afluentes de la margen derecha del río Branco y de la margen izquierda del río Negro (al norte de Brasil).[3] Componen un vasto conjunto lingüístico y cultural aislado, subdividido en numerosas lenguas y dialectos emparentados. Su población total estimada es de algo más de 54.000 personas,[4] lo que lo convierte en uno de los pueblos indígenas de la Amazonia más importantes de cuantos han conservado en grado considerable su modo de vida tradicional.

En Brasil, el territorio yanomami, legalizado en 1992 bajo el nombre de Terra Indígena Yanomami, ocupa 96.650 kilómetros cuadrados o, lo que es lo mismo, una superficie ligeramente superior a la de varios países europeos, como Portugal, Hungría o Irlanda. Cuenta con una población de alrededor de 29.000 personas repartidas en unos 366 grupos locales. Por lo general, cada una de estas comunidades está constituida por un conjunto de parientes cognáticos cuyas familias están unidas idealmente por vínculos endogámicos al menos durante dos generaciones y que reside en una o varias casas colectivas de forma cónica o de cono truncado.[5]

Los primeros contactos, esporádicos, de los yanomamis de Brasil con los blancos, recolectores de productos forestales, viajeros extranjeros, militares de expediciones de demarcación fronteriza o agentes del SPI se remontan a las primeras décadas del siglo XX. A continuación, entre los años cuarenta y sesenta, se establecieron unas cuantas misiones (católicas y evangélicas) y varios puestos del SPI en la periferia de su territorio, creándose así los primeros puntos de contacto regular, fuente de bienes manufacturados, pero también de mortíferas epidemias. A comienzos de los años setenta, aquellas primeras avanzadas de los blancos se intensificarán de manera brusca, primero con la apertura de un tramo de carretera transamazónica -la Perimetral Norte- al sur de las tierras yanomamis y más tarde, tras diez años de tregua, con el inicio en su región central de una fiebre del oro sin precedentes. La carretera se abandonó en 1976 y la invasión de los buscadores de oro se calmó relativamente desde mediados de los años noventa, pero desde 2015 nuevas amenazas se ciernen sobre la integridad de la Terra Indígena Yanomami, ya sean una nueva y devastadora invasión de buscadores de oro o el avance del frente agropecuario, prestos a desarrollar sus actividades en la zona occidental del estado de Roraima.

Davi Kopenawa, chamán y portavoz yanomami

Davi Kopenawa nació hacia 1956 en la región de Marakana (Mõrama hi araopë), una gran casa colectiva de unas doscientas personas situada en la selva tropical de la llanura de la cuenca alta del río Toototobi, en el extremo noreste del estado de Amazonas, en Brasil, cerca de la frontera con Venezuela. Desde finales de los años setenta vive en la comunidad de sus suegros, al pie de la «montaña del viento» (Watorikɨ), en la margen izquierda del río Demini, a menos de cien kilómetros al sudeste del río Toototobi.

De niño, Davi Kopenawa vio cómo su grupo de origen era diezmado por dos epidemias sucesivas de enfermedades infecciosas propagadas por agentes del SPI (1959-1960) y luego por miembros de la New Tribes Mission (1967). Durante un tiempo, fue objeto del proselitismo de los misioneros norteamericanos que se asentaron en el río Toototobi a partir de 1963. A ellos les debe su nombre bíblico, el haber aprendido a escribir y una visión poco atractiva del cristianismo. A pesar de su curiosidad inicial, no tardará en sentirse repelido por su fanatismo y su obsesión por el pecado. Se rebelará contra su influencia a finales de los años sesenta, tras perder a la mayor parte de su familia durante una epidemia de sarampión transmitida por la hija de uno de los misioneros.

Adolescente y huérfano, indignado por los sucesivos fallecimientos, pero intrigado por el poder material de los blancos, Davi Kopenawa deja su región natal para trabajar en la FUNAI,[6] que había reemplazado al SPI en 1967, en el bajo Demini, en Ajuricaba. Allí se esforzará, según dice él mismo, por «convertirse en un blanco». Lo único que conseguirá será contraer la tuberculosis. Aquel infortunio le costó una larga estancia en el hospital, que aprovechó para aprender los rudimentos del portugués. Una vez curado, vuelve por un tiempo a la casa colectiva de Toototobi antes de ser contratado, en 1976, tras la apertura de la carretera Perimetral Norte, como intérprete de la FUNAI, lo que le permitió recorrer durante unos años la mayor parte del territorio yanomami, tomando conciencia no solo de su extensión, sino, más allá de las diferencias locales, de su unidad cultural. De aquella experiencia extraerá igualmente una comprensión más precisa de los mecanismos de la lógica depredadora de lo que él llama el «pueblo de la mercancía» y de la amenaza que dicha lógica representa para la conservación de la selva y la supervivencia de su pueblo.

Finalmente, cansado de sus andanzas como intérprete, Davi Kopenawa se instala definitivamente en Watorikɨ a comienzos de los años ochenta, después de casarse con la hija del «gran hombre» (pata tÊ°ë) de la comunidad, un renombrado chamán que lo inicia en su arte y que, tradicionalista convencido, ha seguido siendo desde entonces su maestro. Aquella iniciación supuso para Davi Kopenawa la oportunidad de volver a sus raíces y retomar el hilo de una vocación chamánica presente desde la infancia, pero interrumpida por la llegada de los blancos. Iniciación que le ha proporcionado después la materia para una reflexión cosmológica original sobre el fetichismo de la mercancía, la destrucción de la selva amazónica y el cambio climático.[7]

A finales de los años ochenta, más de un millar de yanomamis murieron en Brasil como consecuencia de las enfermedades y las violencias que acompañaron la invasión de su territorio por unos cuarenta mil buscadores de oro. Aquella tragedia reavivó los recuerdos infantiles de la muerte de sus familiares en Davi Kopenawa. Llevaba varios años recorriendo Brasil para lograr la legalización de las tierras yanomamis e inició entonces una campaña internacional para la defensa de su pueblo y de la Amazonia. El inusual trato que había tenido con los blancos, la firmeza poco común de su carácter y la legitimidad que le confería su iniciación chamánica lo convirtieron rápidamente en un portavoz muy respetado de la causa yanomami. A lo largo de los años ochenta y noventa visitará varios países de Europa, así como Estados Unidos. En 1988 se le concede el Premio Global 500 de las Naciones Unidas por su contribución a la defensa del medio ambiente....

mehr

Autor

Antropólogo francés nacido en Marruecos en 1952. Tiene un doctorado en Antropología de la Universidad de París X-Nanterre y es investigador principal del Institut de Recherche pour le Développement . Comenzó a trabajar con los yanomami en Brasil en 1975. Participó en la fundación de la ONG Comisión Pró-Yanomami, en 1978, y participó durante décadas en la movilización por la ratificación de la Tierra Indígena Yanomami. Basado en su experiencia de más de 30 años con el pueblo yanomami y particularmente con Davi Kopenawa, Albert escribió y elaboró el libro 'La caída del cielo' con la transcripción de las palabras del chamán, recogidas en grabaciones realizadas a lo largo del período desde 1989 al 2000. El libro fue elaborado a pedido de Davi, con la intención de transmitir sus palabras y las palabras de los yanomami a los 'blancos' (no indígenas) de Brasil y del mundo, para que sean escuchados.Davi Kopenawa Yanomami (Toototobi, Brasil, en 1956), es chamán y portavoz del pueblo yanomami, uno de los mayores pueblos indígenas relativamente aislados que vive en la selva amazónica en la frontera de Brasil y Venezuela. Es un embajador internacional de su pueblo. Durante 25 años lideró sin descanso la larga campaña nacional e internacional para conseguir los derechos territoriales de los yanomamis. Como resultado, el territorio yanomami fue oficialmente reconocido y demarcado por el Gobierno brasileño en 1992. Los contiguos territorios yanomamis de Brasil y Venezuela conforman la mayor área selvática del mundo gestionada por un pueblo indígena. En 2004 fundó Hutukara, la asociación yanomami que defiende los derechos de los yanomamis y que desarrolla proyectos de protección territorial, educativos y de atención médica. Actualmente es su presidente. Las campañas de Hutukara han logrado que recuperen tierras que los ganaderos les habían robado, han obligado al Gobierno a cumplir la Constitución y expulsar a miles de mineros de oro ilegales de su selva, y han forzado a instituciones científicas de los EE.UU. a devolver centenares de muestras de sangre extraída sin consentimiento.